Por: Robinson Alcendra R
La economía popular de nuestros pueblos originarios se ha venido integrando en Colombia formando un circulo virtuoso, el cual va en consonancia con la protección al medio ambiente y sus saberes ancestrales y culturales, proveyendo recursos económicos que son vitales para el desenvolvimiento social de sus comunidades.
En este proceso uno de los lugares donde se está generando este tipo de economía es en la tierra ancestral de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde los indígenas Koguis, Arhuacos, Wiwas, y kankuamos vienen cultivando y comercializando café orgánico, el cual no contiene químicos ni pesticidas, ni conservantes como parte de su herencia ancestral. Estos cafés especiales se producen en total armonía con el medio ambiente y de manera sostenible, y en consonancia al reconocimiento de la Unesco de la Sierra Nevada de Santa Marta como reserva de la biosfera y patrimonio de la humanidad.
Para ello la comunidad Arahuaca ha presentado y compartido con la Red Colombiana de Economía Social y Solidaria y todos su amigos/as, su producto denominado “café ZEYZEY”, el cual en lengua Arhuaca significa: “Alegría Felicidad” y en su visión cosmológica revela la entrada original hacia el alma y la conexión real consigo mismo. Al respecto uno de los cultivadores manifestó que:
“En las a veces monótonas, alegres, intensas, inquietantes o excitantes jornadas cotidianas, el café ha llegado a ser una bebida que nos regocija, nos da esperanza, nos recuerda que los sabores y olores, son parte esencial de nuestra existencia, esta bebida con color del infinito, nos ayuda a tomar una pausa, a meditar, a degustar por instantes un sabor conocido, pero querido, un aroma exótico. Entre otras propiedades, el café nos ayuda a quemar grasas, mejorar el rendimiento físico, disminuir el riesgo de padecer diabetes, disminuir la posibilidad de padecer enfermedades degenerativas, y protegernos de padecer cirrosis.”
Es por ello que comprar productos de la Economía Social y Solidaria contribuye a nuestro planeta desde otra visión económica, este café ancestral que comercializan nuestros pueblos originarios actualmente se ofrece en presentación de una libra (500 gramos), a un precio de $24.000, lo cual sin duda será una experiencia de un café con sentido espiritual.
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